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Vivienda unifamiliar en Vilabertran
Sergi i Montse imaginan una casa de planta baja donde vivir de un modo diferente que en la Ciudad: que sus hijos puedan disfrutar mejor de los espacios exteriores.
Emplazada en el perímetro de un pequeño núcleo urbano, una parcela que responde a la tipología de edificación aislada. La separación de la edificación a los lindes que esta tipología obliga normativamente hace dudar de la relación de la casa con el exterior. Una vivienda de planta baja enfatiza aún más este inconveniente.
Preocupados por esta problemática, el proyecto propone disgregar la construcción en diferentes partes, haciendo que el exterior entre por el interior de la casa a través de los espacios vacíos intermedios que la disgregación ha provocado.
Seis cajas construidas y regulares configuran espacios interiores para contener la parte más íntima del programa. A su vez, los espacios vacíos intermedios, con una forma más orgánica, se entienden como espacios exteriores donde se producen las relaciones familiares más importantes.
Materiales claramente exteriores, como el bloque de hormigón, se prolongan hasta el interior mientras que materiales de naturaleza interior, como la madera, salen al exterior. Se diluye así la frontera entre interior y exterior. El jardín ya no es solo un espacio residual en el perímetro de la parcela, sino que se relaciona con la casa desde cualquier punto fuera de las cajas.
Utilizando materiales en su propia naturaleza garantizan la rapidez constructiva, la contención del coste y el escaso mantenimiento a lo largo de la vida de edificio.